El Ciclo Menstrual

DESARROLLO PERSONAL

4/28/2024

Ciclo menstrual
Ciclo menstrual

Elegir encarnarse en la Tierra significa elegir experimentar y abrazar los ciclos de Gaia, que atraviesa (en zonas de clima templado) cuatro estaciones.
Pero también implica aceptar ser influenciadxs por los astros que la acompañan, incluso nuestra Luna, que también pasa por cuatro fases principales de manera continua.

Este artículo retoma lo que compartí en Instagram sobre el ciclo menstrual y tiene como objetivo ayudarnos a entender mejor las diferentes fases que atraviesan nuestros cuerpos y nos influyen emocional, psicológica y espiritualmente.
Todxs están involucradxs, pero las personas con útero lo notarán más concretamente ya que los signos son mucho más tangibles.

Esta exploración del ciclo menstrual surge de un proceso progresivo que emprendí hace varios años y que ha acompañado mi camino personal y especialmente la evolución de mi relación con el cuerpo.

La mayoría de las veces, hablar de la menstruación es tabú, simplemente. Aprendemos a manejarla discretamente, a avergonzarnos un poco de ella y a pensarla asquerosa.
Pues no. Eso es simplemente la consecuencia de siglos de censura y de un patriarcado mal colocado que teme constantemente por su poder y su control absoluto.
Pero abrazar y comprender el ciclo menstrual y la sabiduría que nos transmite es en realidad algo bonito, una verdadera ventaja que nos permite reconectar con este precioso cuerpo gracias a cual podemos experimentar la materia, así como canalizar las energías y las impulsiones proporcionadas por cada fase del ciclo para sacarles provecho en la vida diaria.


Para mí, todo empezó una tarde en Camboya, mientras paseaba sole por Siem Reap antes de regresar a mi hostal. Una Luna Llena impresionante se había levantado, y estaba intercambiando mensajes con mi amiga Acilia, quien estaba de viaje en Ecuador.
Creo que hablábamos del hecho de que teníamos la regla al mismo tiempo (los tabúes, nunca han sido lo mío) y ella me explicaba que, durante mucho tiempo, las personas que sangraban durante la Luna Llena eran consideradas como brujas malignas, alineadas con la Luna Roja, mientras que aquellas que ovulaban en ese período y tenían la regla en la Luna Nueva, seguían el camino de la Luna Blanca y eran celebradas en numerosos ritos de fertilidad, ya que eran las mujeres y madres amorosas, el único papel aceptable dentro de una sociedad patriarcal.
Bueno, para mí, la conclusión de esa noche era que era una bruja rebelde, y eso me iba muy bien.

Años más tarde, cuando me instalé en Valencia, España, compré el libro Luna Roja de Miranda Gray, para profundizar en mis investigaciones sobre el tema y entender mejor las energías que me atraviesan. Por cierto, ese día también tenía la regla.


Esto es mi interpretación de lo que se explica en el libro y lo que pude experimentar analizando mis propios ciclos durante los años siguientes.
Retomo los arquetipos presentados por la autora, pero eso es todo lo que son: arquetipos, alegorías de las energías descritas. El hecho de que sólo se trate de mujeres no es representativo de la realidad actual; todas las personas que tienen un ciclo menstrual están involucradas aquí.


Fase 1: La Virgen

Fase de la Virgen
Fase de la Virgen

Es la fase entre la regla y la ovulación. La energía es primaveral, es la de renacimiento, de renovación, de entusiasmo y de ligereza.

A imagen de la primavera en la Tierra, entonces somos vírgenes de la capacidad de crear vida, aún no somos fértiles, haciendo que nuestra energía sea exclusivamente nuestra.
Esto permite esa inocencia, ese deseo de vivir todo intensamente; aún no sentimos la necesidad de crear, sólo cuenta la experimentación y la alegría.

Corresponde a la Luna Creciente. Después de la Luna Nueva, se carga gradualmente de energía y se redondea. Determinadxs y sociables, nos volvemos hacia afuera, dejándonos guiar por la curiosidad y las ganas de descubrir el mundo y sus maravillas.

De hecho, esta es la energía que caracteriza a lxs niñxs que aún no han tenido su menstruación.

Palabras clave: Primavera; Luna Nueva — Luna Creciente; alegría; inocencia; optimismo; vitalidad; inspiración; curiosidad; ambición; determinación

Fase 2: La Madre

Después de la primavera, llega el verano. Las flores han sido polinizadas y empiezan a aparecer los frutos. La energía es más cálida, más serena.

Es el período de ovulación. Nos volvemos fértiles y ganamos en energía creativa. Tendemos a priorizar menos nuestros propios deseos y a demostrar altruismo, emanando amor y armonía. Priorizamos la calidad de las relaciones y el compartir.

El momento es ideal para concretar proyectos y expresar su creatividad. De hecho, la fase de la madre lleva la energía de creación que permite dar vida a bebés humanxs, pero también a bebés ideas.
Canalizar esta energía puede ser un excelente medio para prosperar de manera rápida y efectiva.

Esta vibración corresponde a la de la Luna Llena, cargada de luz y con poder multiplicado. Nos volvemos magnéticxs y cuidamos de nosotrxs mismxs y de nuestro entorno con cariño.


Palabras clave: Verano; Luna Llena; cariño; ingenio; cuidado; comunidad; altruismo; creación; realización

Fase 3: La Hechizera

Fase de la madre
Fase de la madre

Es la llegada del otoño, de los colores místicos y cautivadores que anuncian la caída de las hojas.

Nos encontramos entre la ovulación y la regla, y nos dejamos ganar gradualmente por la oscuridad. Esto puede dar miedo, pero en realidad alberga numerosos regalos, numerosas claves de comprensión que permiten conocerse mejor, e incluso descubrir los secretos del Universo.

Tomamos conciencia de nuestro potencial, de este poder bruto que albergamos. Como la fisión nuclear, este último puede ser una poderosa fuente de energía, dando vida a innumerables creaciones luminosas, como puede alimentar una bomba atómica. Todo es cuestión de elección.

Esta es la energía de la Luna Menguante. Igual que ella pierde luz, nos volvemos hacia el interior, hacia nosotrxs mismxs. Las emociones se intensifican, lo que puede dificultar las interacciones mundanas no deseadas.
La intuición y la imaginación se incrementan, el velo que nos separa de lo invisible se reduce, la magia es palpable.


Palabras clave: Otoño; Luna Menguante; intensidad; emociones; sensualidad; control; intuición; poder; transmutación; fascinación

Fase 4: La Anciana

Fase de la hechizera
Fase de la hechizera

Luego, llega el invierno. Las noches se alargan y la Naturaleza se duerme, dejando lugar al silencio.

Es el período de menstruación, el de la evacuación de todo lo que se ha transmutado durante el ciclo, de la purificación.
Al dar la bienvenida a la indispensable Noche, entonces podemos tener acceso a conocimientos ancestrales durante mucho tiempo olvidados y aprovechar los recursos cósmicos anidados en lo más profundo de nuestro ser. Nos convertimos en un puente entre los mundos, un canal para lo invisible.
Pero, para hacer esto, es necesario dejar que infusionen todas las experiencias vividas durante el ciclo que termina y deshacerse de todo lo que ya no sirve. Hay que hacer espacio para las misteriosas oportunidades que traerá el próximo ciclo.

Entonces nos alineamos con las vibraciones de la Luna Negra que, también, se ha vaciado de su luz y se ha retirado del mundo. A su imagen, deberíamos poder dedicar este tiempo a nosotrxs mismxs, a sumergirnos en la introspección y la exploración de nuestra espiritualidad y a concedernos el descanso que el cuerpo necesita para regenerarse.

Esta es la energía que se establece y perdura después de la menopausia: una sabiduría adquirida con la experiencia, un instinto natural y una conexión con el alma que se han agudizado y fortalecido a lo largo de la práctica.


Palabras clave: Invierno; Luna Negra; introspección; misticismo; sabiduría; asimilación; visiones; purificación

El objetivo de este artículo tiene varias dimensiones.

En primer lugar, entender nuestro cuerpo y honrar las diferentes fases es un acto de empoderamiento. Esto nos permite reapropiarnos de él, domesticarlo y encarnarlo como se debe. Durante demasiado tiempo, hemos sido despojadas de nuestros propios cuerpos, que sólo tenían valor si eran agradables de mirar y capaces de procrear. Durante demasiado tiempo, se nos ha llevado a desarrollar complejos porque teníamos un pelo fuera de lugar, sangre en nuestros pantalones, la barriga hinchada o "cambios de humor" (spoiler alert: sí, las emociones son más intensas durante el período previo a la menstruación, pero no surgen de la nada; expresarse es simplemente mucho más saludable que ser guapa y callar).
Entender lo que se juega repetidamente todos los meses en sí mismx, por lo tanto, permite romper con este pasado excluyente, recuperar la confianza en sí mismx y aprender a amarse en su totalidad.

Luego, reconocer que somos seres cíclicos a imagen de la Tierra y la Luna es un acto espiritual que nos conecta con las divinidades de la Naturaleza y las energías que insuflan.
Del mismo modo que será mucho más sabio involucrarse de cuerpo y alma en un proyecto durante el período de ovulación, y luego descansar durante la menstruación; favorecer las actividades intensas durante el verano y acostarse temprano en invierno será mucho más coherente que luchar por mantener un ritmo constante todo el tiempo.

Y finalmente, entender lo que está en juego a lo largo del ciclo nos permite aprovechar las energías de cada fase y adaptar nuestra agenda en consecuencia (en la medida de lo posible), favoreciendo una rentabilidad fluida, natural y gratificante.


Espero que este artículo (que me era importante) haya podido iluminarte y que puedas obtener recursos para enriquecer tu propio proceso de desarrollo personal.


☀︎ Gracias por leerlo ☀︎

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